Implementación de la estrategia de branding

Una adecuada estrategia de branding hará que nuestra marca sea más atractiva y logrará ampliar nuestro público, así como la categoría del mercado.

Los productos o servicios por sí solos son mudos: es la marca la que les da un significado y propósito, la que nos dice cómo se debe leer un cierto producto. Los analistas financieros prefieren a las compañías con marcas poderosas y fuertes debido a que son menos riesgosas. Para que su marca se consolide es importante tener en mente una palabra: atracción. Solo una marca atractiva logra posicionarse y consigue aumentar su valor.

Branding  significa mucho más que solo darle el nombre y sellar un producto con una marca, requiere una participación corporativa a largo plazo. Una marca o brand convierte a un producto o servicio en algo más valioso que uno sin marca, es por esto que el valor de la Coca-cola sin “Coca-Cola” sería insignificante. Para crear un adecuado branded content que nos lleve a una marca atractiva y exitosa, se necesita una estrategia de branding. Mientras más reputación tenga esa marca y más conocida sea, más publicidad suya será recordada y atendida. A continuación conoceremos las características más importantes que deberá tener esta estrategia para llevar nuestra marca a ese objetivo.

Una marca fuerte y consolidada tiene un alto porcentaje de clientes fieles que le dan estabilidad y acrecienta las futuras ventas. Además, puede vender el producto a precios más altos debido al valor agregado y a la imagen superior de calidad. Es capaz de entrar en diferentes mercados diversificando sus ventas y su audiencia, que se traduce en un margen más amplio de crecimiento.

La reputación de la marca es creada por:

  • Familiaridad. Cuando una persona conoce bien la marca y la usa mucho, le será más difícil que la sustituya por otra.
  • Percepción. Cuando alguien percibe la marca como única, no habrá una igual y no tendrá sustitución.

La primera tarea de un análisis de la marca es definir con precisión todo lo que la marca inyecta en el producto o servicio y cómo se transforma la marca: ¿Qué atributos materializa?, ¿Qué ventajas son creadas?, ¿Qué ideales representa? Una marca no solo actúa en el mercado, organiza el mercado, impulsada por una visión, una vocación y una idea clara de lo que la categoría debe convertirse. El branding consiste en precisamente eso: en la transformación de la categoría del producto.

Según el objetivo que la marca se establece, transformar la categoría implica proveer al producto una propia identidad. Una marca es débil cuando el producto es transparente. ¿Qué significa esto? Si una marca define su producto como “aceite de oliva extra”, por ejemplo, hace que el producto sea transparente, casi completamente definida y ejemplificada por los atributos únicos, pero hay decenas de marcas capaces de ofrecer este tipo de aceite en el mercado; la identidad de la marca debe ser única.

La marca debe tener su propio punto específico de vista sobre la categoría del producto. Las principales marcas tienen ciertas posiciones dentro de la categoría de productos. Esta posición y concepción energizan la marca y fomentan las transformaciones que son implementadas para que coincidan los productos de la marca con sus ideales. Es esta concepción la que justifica la existencia de la marca, su razón para estar en el mercado y le proporciona una guía para su ciclo de vida. El propósito de la marca es algo más que la estrategia de empresa, es la definición de su razón de ser.

Claves a tener en cuenta para realizar la estrategia de su marca

  • Crear una marca estratégica que nos transmita una idea o una visión y sea impulsada por el deseo de cambiarle la vida al cliente. Todas las marcas deben tener un contenido intangible fuerte.
  • Tener en cuenta todas las variantes y submarcas para desarrollarlas.
  • Actuar como líder y ser apasionado sobre el aumento de los estándares de la categoría.
  • Mantener todas las marcas con un flujo constante de innovación.
  • Crear vínculos directos con los clientes finales para profundizar su apego.
  • Dar un servicio personalizado.
  • Recompensar a los clientes por su participación para hacer que se conviertan en promotores activos de su marca, no solo leales.
  • Estimular a las comunidades que comparten sus valores.
  • Globalizar la marca y sus productos rápidamente.
  •  Ser ético: lo grande no es hermoso en estos momentos y los consumidores se han vuelto cínicos con el tamaño. Hay que tener en cuenta los beneficios colectivos como el reciclaje de productos, ingredientes orgánicos, la sustentabilidad, etc.

Una adecuada estrategia de marca nos ayudará a crear una marca fuerte y consolidada, con una identidad bien definida, que se convertirá en irreemplazable para nuestro público.

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